Goleada de escándalo para un líder muy pleno (7-0) | VIDEO-RESUMEN

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El FC Barcelona de Hansi Flick sigue ganando y convenciendo. En un estadio de Montjuic que vitorea y aplaude el nombre del técnico alemán, el equipo azulgrana cierra su inmaculado inicio liguero con 12 puntos de 12 posibles y se convierte en líder en solitario antes del parón. El último rival de este Barça regenerado y mejorado fue el Real Valladolid, que sólo anunció su oposición en el Estadio Olímpico porque muy pronto se vio encerrado atrás, sometido a las acometidas de un equipo liderado por Dani Olmo, que no paró de demostrar que es el fichaje que necesita este equipo.

El flamante fichaje tuvo la oportunidad de hacer el 1-0 cuando el reloj no había cumplido ni cinco minutos, pero el canterano «culerano» estrelló su derechazo en el poste tras una asistencia de Robert Lewandowski, que no acertó a rematar un balón aéreo. Esa acción sólo presagiaba el dominio blaugrana a lo largo de los 90 minutos. Tanto es así que, cinco minutos después, nuestro Olmo superó la línea de gol, pero estaba sutilmente adelantado y el gol no llegó. Quien sí lo hizo fue Raphinha, que está teniendo un inicio de temporada inmejorable, tras rematar un gran pase al espacio de Pau Cubarsí. El jugador brasileño trazó la diagonal, guió el balón con el pecho y, con el exterior de su pie izquierdo, batió a Hein para abrir el marcador en Montjuic.

Aprovechando el cómodo impulso que siempre supone un gol a favor, el Barça no levantó el pie del acelerador y no tardó en hacer el 2-0, esta vez en las botas de Robert Lewandowski. Una brillante jugada acabó con Lamine Yamal filtrando un balón a la espalda de la zaga barcelonista para el delantero polaco, que no perdonó tras un gran control de primeras y puso el balón en el fondo de la red tras tocar en el portero rival. Con su asistencia, Lamine Yamal sumó su séptimo partido consecutivo marcando o anotando. Una auténtica barbaridad para alguien que apenas ha cumplido 17 años.

Antes del descanso, Dani Olmo tuvo tiempo de rematar de nuevo al poste y convertir al Barça en el equipo que más veces ha encontrado la madera en lo que va de temporada: un total de cinco. Jules Koundé marcó en el tiempo añadido. El extremo aprovechó un balón suelto en el corazón del área para enviar el esférico a la escuadra desde el suelo y hacer el 3-0 con el que se llegó al final de la primera parte.

Los ánimos de los hombres de Hansi Flick no decayeron tras la reanudación. Tanto es así que, tras una buena jugada individual de Lamine Yamal, el «19» levantó con gestos a la grada a un Montjuic que brindó una sonora ovación a su perla dorada. Dani Olmo, que no pudo culminar una buena jugada colectiva, y Raphinha, que se topó con Hein, estuvieron a punto de marcar el cuarto antes de la hora de juego. Robert Lewandowski también estuvo cerca, al estrellar en el poste un potente disparo, el sexto del Barça esta temporada.

Flick fue dando descanso a sus jugadores con más minutos y la intensidad en el equipo blaugrana no bajó ni un ápice. El marcador no se movía y, con él, el marcador seguía subiendo. Raphinha aprovechó un balón suelto en el corazón del área cuando la defensa del Valladolid no acertó a despejar un gran pase de Olmo a Lewandowski. El brasileño no falló y marcó el segundo gol de su carrera. Raphinha, liberado, completó su hat-trick rematando una magnífica jugada de Lamine Yamal, que corrió más de 70 metros con el balón en los pies y, en el momento en que no había espacio, filtró un balón para que el brasileño colocara la pelota entre las piernas del portero rival.

Justo cuando todo Montjuic celebraba el 5-0 para el Barça, Dani Olmo, que no había dejado de intentarlo desde el pitido inicial, obtuvo su ansiada recompensa para hacer el 6-0 en Montjuic. El nuevo fichaje blaugrana llegó al interior del área y engañó a toda la zaga del Real Valladolid girando el balón hacia su pie derecho. Con tiempo y espacio, levantó la cabeza y metió el balón por el palo largo. No contento con eso, el Barça también consiguió el séptimo, obra de Ferran Torres. Raphinha, que se marchó del Olímpico a lo grande, puso un balón tenso al corazón del área para que ‘el tiburón’ se abalanzara sobre él y, con un remate de primeras, pusiera el 7-0 con el que acabó el partido.