Manita del Barça con doblete de Lewandowski en Champions! (5-0)

El Barcelona necesitaba una victoria convincente en la Liga de Campeones y el Young Boys parecía el rival ideal para ello. Esta vez, uno más uno sumaron dos para los blaugrana, algo que ha sido difícil de hacer en Europa en los últimos tiempos. Los de Flick jugaron bien, tuvieron el control, se divirtieron y marcaron (el goal average general es fundamental en este nuevo formato) para evitar posibles fantasmas tras el incidente de la primera jornada ante el Mónaco y el tropiezo del último partido de Liga ante Osasuna.

No era un duelo para hacer rotaciones y Flick sacó el mejor equipo posible. La única duda era si jugarían Pablo Torre o Ferrán Torres. El resto de integrantes del banquillo son chavales del filial que, todo hay que decirlo, están rindiendo de forma espectacular frente a las pretensiones del club en este arranque. El técnico alemán apostó por Ferrán y eso mandó a Raphinha a la situación de mediapunta. El brasileño se ha convertido en una especie de símbolo de este nuevo Barcelona, juegue donde juegue. Cuando arranca desde la izquierda (también suele ir al centro) es arriesgado y como delantero es diabólico.

Es un jugador a observar con el balón y, sobre todo, sin él, de esos que los buenos pasadores agradecen porque proporciona constantemente el desmarque: la carrera al espacio, el esfuerzo sabiendo que en un porcentaje importante no le buscarán. Además, va con fiereza a la presión y recupera muchos balones en zona de peligro. En un partido con un porcentaje de posesión que rozó el 80 por ciento a favor del Barcelona, quizá lo más importante fue lo que hizo el equipo sin el balón para activarse sólo para perderlo y así recuperarlo. La mejor acción combinativa de la primera parte entre Casadó, Raphinha, Pedri, Lamine y Raphinha acabó de nuevo en un gran gol del equipo español, rematado por Lewandowski.

El partido acababa de empezar y eso fue un punto de tranquilidad para los azulgrana, que se atascaron un poco más en sus asaltos posicionales, pero no dejaron al Young Boys salir de su propio campo. La primera ocasión para llegar a la portería de Iñaki Peña llegó a la media hora de juego, pero Colley disparó fuera por poco. Con el partido ya resuelto, Monteiro disparó al larguero. Parecía peligroso, pero casi todo el partido tuvo que correr detrás de Balde, y no al revés. Al final marcó. Pero fue anulado por fuera de juego.

El dominio del Barcelona se reflejó en el marcador en las jugadas a balón parado. El segundo gol llegó tras un saque de esquina en corto entre Lamine y Raphinha, que se encargó de rematar tras una extraordinaria maniobra previa de Pedri. Iñigo Martínez cabeceó directamente un libre directo desde la banda para el tercero y puso otro para que Lewandowski marcara el cuarto en una segunda jugada.

Raphinha, Pedri y Lamine estaban en buena forma, Casadó mostraba su sobriedad habitual, pero el público empezó a buscar otras diversiones. Una de ellas fue la media hora que tuvo Ansu Fati, que hasta ahora sólo había jugado dos minutos contra el Mónaco. Los aficionados del Barça están deseando que el todavía joven jugador recupere su nivel. Hasta que las lesiones le frenaron, había sido casi el único motivo de optimismo del club. Jugó un tiempo como centrocampista y luego en la banda izquierda. De Jong también reapareció cinco meses después. A Cuenca le tocó debutar, cuando el quinto gol de Cámara en propia puerta ya estaba en el marcador.