Remontada épica del Barcelona en Benfica, que vale la clasificación para Octavos (4-5) | VIDEO-RESUMEN + GOLES
El martes, en Lisboa, se desató una locura inexplicable. Un frágil Barça cometió innumerables errores defensivos y perdía por 4-2 ante el Benfica a falta de 12 minutos para el final. Pero los blaugranas nunca se rindieron y acabaron ganando en el último suspiro del tiempo añadido con una pequeña Raphinha que clasifica al equipo de Flick para octavos de final de la Liga de Campeones.
Como era de esperar, Flick devolvió a la titularidad a Szczesny, premiado con la Liga de Campeones tras su buena actuación en la Supercopa de España. \Tekker quería soñar a lo grande, pero no tardó en empezar una pesadilla. Habían transcurrido menos de dos minutos cuando Pavlidis le aniquiló tras un gran centro de Álvaro Carreras desde la izquierda.
La suerte del Barça podría haber sido muy distinta si Gavi hubiera batido a Trubin, que realizó una de las paradas de la jornada. Pero dominar el área es clave y los catalanes no dominaron la suya en una absurda acción entre Szczesny y Balde. Sin hablarse, ambos chocaron y habilitaron a Pavlidis para el gol. El gol más fácil de su carrera.
Sería justo después de la media hora de juego cuando Szczesny sufriría otra hemorragia de crédito. Akturkoglu recibió dentro del área y una salida salvaje de la misión significó un penalti para los lisboetas. Pavlidis anotó su hat-trick y dejó a Flick en la banda.
Ya en la segunda parte, y en solidaridad con Szczesny, el ucraniano estrelló una larga jugada en la cabeza de Raphinha y el balón acabó en el fondo de la red. La Liga de Campeones es fútbol de élite, pero hubo demasiados números circenses en Da Luz.
Antes de que los portugueses sintieran el miedo, Araujo se sumó a la celebración de los errores. El charrúa desvió un centro desde la izquierda y batió involuntariamente a Tek, esta vez sin falta. Resumido en dos palabras: todo mal. Pero quedaban 20 minutos y el chaparrón -no sólo de goles, sino también de lluvia- dejaba espacio para la épica culé.
Las esperanzas del Barça volverían a multiplicarse cuando Danny Makkelie pitó un más que dudoso penalti de Álvaro Carreras sobre Lamine. No pudo ser, ya que el penalti de Szczesny en la primera parte también fue riguroso. Lewandowski no puso excusas.
Ya fuera de sí, Pedri volvió a hacer de mago y entregó un centro con música a Eric, que cabeceó a las manos de Da Luz con el empate a cuatro, un premio que sabía a gloria. Pero todo thriller de alto nivel merece un final a la altura, y lo que iba a ocurrir en el último minuto del partido no estaba previsto. lo que iba a ocurrir en el último minuto del partido no estaba previsto por nadie.
En el minuto 95, justo después de que Szczesny se hubiera redimido atajando un codazo de Di María, un posible penalti a favor del Benfica se transformó segundos después en un contragolpe de Raphinha, que batió a Trubin completamente solo para corroborar la épica gesta del Barça. El suspense aumentó aún más por el hecho de que el VAR tenía que decidir si había habido penalti en la acción previa al gol del brasileño. Era todo o nada, y salió caro. Makkelie mantuvo la alerta y el dispositivo Flick se metió automáticamente en octavos de final.