Bartra salva un punto para el Betis en el descuento (2-2)
Tres días después, el Betis volvió a tener que aferrarse a la épica en el Benito Villamarín para salvar un partido que se le había escapado, aunque esta vez por circunstancias muy distintas a las del jueves. Porque los verdiblancos merecieron esta vez un premio mayor, pero el Celta contrarrestó el dominio y las llegadas heliopolitanas con la eficacia de la que carece el equipo de Pellegrini y sólo la fe de Bartra con un cabezazo en la última jornada evitó una derrota injusta.
Antes, el Betis ya se había repuesto de un tempranero gol de Javi Rodríguez en el primer arreón visitante con paciencia y se fue al descanso con 1-1 con un tanto de Vitor Roque, pero la búsqueda de la victoria de los de Pellegrini abrió la puerta del triunfo vigués con el gol de Douvikas, igualado en los últimos instantes en un nuevo ejercicio de heroicidad para, al menos, mantener a raya al equipo de Giráldez en la tabla y prolongar su carácter. Giraldez y prolongar su racha de imbatibilidad.
Manuel Pellegrini introdujo varios cambios en el once respecto a la Liga de Conferencias, hasta el punto de que también modificó su sistema para volver de momento al 4-2-3-1 con Lo Celso a su disposición, aunque empezó el partido en el banquillo. En este sentido, sorprendió con la presencia de Iker Losada como mediocentro, por detrás de Vitor Roque y flanqueado por Fornals y Abde. En defensa, Natan sustituyó a Bartra y volvió a su habitual doble pivote con Altimira y Johnny Cardoso.
Por parte del Celta, Borja Iglesias fue titular en el Benito Villamarín para dar un plus de morbo a un partido importante para los puestos europeos. La afición le recibió con un predominio de silbidos cada vez que tocaba el balón.
Con estos antecedentes, el Betis arrancó más intenso que en la Liga de Conferencias con una presión tan adelantada como dañina que le permitía recuperar balones en la zona de dominio e impedía al Celta salir con el balón controlado, empeñado en no renunciar a su estilo más allá de las pérdidas. Esta situación favoreció los primeros acercamientos de los verdiblancos, con un aviso de Vitor Roque y un disparo de Altimira.
Sin embargo, fue el Celta el que se adelantó en su primera llegada a la portería local con una magnífica volea de Javi Rodríguez, inalcanzable para Rui Silva. El Benito Villamarín respondió con nerviosismo, pero no el equipo, que reaccionó con paciencia para encontrar espacios, armado en el centro para negar los contraataques gallegos y siempre con Abde como agitador. De hecho, un centro suyo desde la derecha lo cabeceó Vitor Roque a las manos de Guaita. El Betis se había hecho con el control, poco a poco, sin prisas, y encontró el premio en una magnífica incursión de Johnny Cardoso, que lo hizo todo bien y habilitó a Tigrinho en el corazón del área, que la cogió de primeras y no perdonó.
Este gol dio más ímpetu a los verdiblancos, con una doble ocasión en las botas del brasileño y de Abde para haberse ido al descanso con ventaja, pero Guaita se interpuso en el camino. Este empuje fue reconocido por la afición con una gran ovación tras el pitido final de la primera mitad.
Y el Betis respondió con energía en la reanudación, sin bajar el pistón de una presión ordenada y coral y también intensificando su dominio para alargar la hemorragia de balones perdidos por los visitantes. Entre tanto robo, Iker Losada estuvo a punto de hacer el 2-1 con un disparo muy intencionado que se marchó fuera por poco.
Fue entonces el momento del esperado regreso de Lo Celso, que entró en el minuto 56 por Cardoso y gozó casi de inmediato de la primera ocasión. El Betis aumentó su dominio ante un rival incapaz de romper el centro del campo y se señaló penalti cuando el balón golpeó en el codo de Moriba.
Sin embargo, Aspas dio un paso atrás para contribuir a la salida y los vigueses empezaron a encontrar la manera de romper la presión, hasta el punto de que el árbitro anuló un gol de Bamba por fuera de juego de Borja Iglesias, asistente en la jugada. Los gallegos respondían con llegadas o balones a la espalda de los verdiblancos, pero el Betis tenía más presencia arriba y Fornals tuvo una ocasión con un disparo al larguero.
Pellegrini quiso aprovechar esta situación y decidió volver a las dos puntas con Vitor Roque y Juanmi, lo que desnudó el centro del campo y favoreció los ataques vigueses. En uno de ellos, en el minuto 82, Williot Swedberg se internó por la izquierda y sirvió un pase desde el punto de fuga para que Douvikas, en el segundo disparo a puerta del Celta, firmara el 1-2 para dejar prácticamente resuelta, en una lección de eficacia, la enorme asignatura pendiente de los locales.
Y ocurre que el Betis ya atacaba por acumulación de jugadores, sin apenas ideas, pero insistió y repitió la hazaña del jueves con un gol en un momento en el que nadie esperaba que el Benito Villamarín lo sacara a relucir. Bartra cabeceó el balón a la red y el equipo se quedó con un punto que, a juzgar por cómo se marcó, sabe a gloria.