La primera derrota del Barça llega en Champions, el Mónaco vence contra 10 (2-1)

Una derrota del Barça es siempre y en todo momento sinónimo de problemas en el Barça. Los nervios se demuestran dentro y fuera del vestuario. La prueba es que, tras perder contra el Mónaco en el Joan Gamper, se celebró una reunión de la dirección deportiva del club en Montjuïc. La temporada anterior había dejado sensaciones extrañas que aún persisten en algunos ámbitos.

La llegada de Flick, sin embargo, ha dado un aire mucho más pragmático al bullicioso ambiente que siempre y en todo momento invade al Barça. Por supuesto, las cinco victorias consecutivas en Liga y el gran juego desplegado ayudan. Por eso, la nueva derrota ante el Mónaco, esta vez en el debut en la Liga de Campeones, es una nueva prueba de fuego que, al menos el alemán, superó con nota.

Hansi se dirigió a sus jugadores en un tono totalmente tranquilo y su objetivo era tranquilizarles. Fue una charla breve, sin aspavientos y coherente con lo que dijo después en la rueda de prensa. El técnico comentó a la plantilla que este partido no es para nada una referencia porque la expulsión de Eric García lo cambió todo.

Lo cierto es que Flick se mostró muy satisfecho con la actitud y la personalidad mostrada por sus jugadores a lo largo de los noventa minutos, salvo errores puntuales. Al alemán también le gustó el hecho de que el equipo fuera capaz de mantenerse unido y está seguro de que este partido no sólo servirá para corregir errores en el futuro, sino también para fortalecer al equipo en su conjunto.

Como dijo más tarde en la rueda de prensa, y como también transmitió al vestuario, «quedan siete partidos en la Liga de Campeones y estoy seguro de que si seguimos así ganaremos varios.»

Flick no sólo ha conseguido en poco tiempo trasladar su iniciativa futbolística al terreno de juego, sino también imponer una forma pacífica de entender el fútbol, que en un club como el Barça es la vida.