Osasuna golpea primero (2-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

El Osasuna ganó el partido de ida de la eliminatoria a doble partido contra la Real Sociedad en cinco días, rompió su racha de nueve partidos sin ganar en La Liga, puso rumbo a una merecida pero tardía permanencia, devolvió a Budimir a lo más alto de la tabla de goleadores con un doblete decisivo, aumentó la buena forma de un partido que nunca habían descartado (la crisis se veía como una crisis de ases, lo que no era el caso del fútbol), parecían más convencidos de lo que querían y cómo lograrlo, y ganaron mucha experiencia positiva para el partido de la Copa del Rey contra exactamente el mismo rival el jueves. Vicente Moreno no podría haber pedido más del planteamiento contra la Real Sociedad, que proyectó una imagen muy diferente, menos tímida que en el último partido de liga contra Las Palmas.

Osasuna completó un planteamiento óptimo tal y como exigía el rival, pasó de menos a mucho más, es decir, de estar gobernado a ser dominante -sin que ninguno de los dos equipos fuera claramente superior al otro en ninguna de las facetas- y, sobre todo, fue brillante en los metros finales. Mucho más que exquisito, el equipo de Vicente Moreno fue letal y ahí es donde se ganan los partidos, pero también es donde se disipan las dudas, se pierde el miedo y se infla la confianza.

Ante Budimir, el histórico goleador del Osasuna que bate todos los récords, cuajó una actuación que le consagra como uno de los grandes del campeonato, con méritos y rendimiento suficientes para codearse de nuevo con los mejores, que es donde pertenece. El croata saltó a la importancia del planteamiento en los momentos decisivos, dos destellos en los que los delanteros se afianzan en relación a un defensor que duda o cede. El atacante también intentó resolverlo de forma rápida con una caída que el árbitro no notó. Su compañero, Aimar Oroz, se había hecho cargo de la situación en la jugada, un fantástico uno contra uno con un jugador de varios quilates.

Entre los dos regalaron la tarde al Real, que nunca estuvo cerca de controlar el marcador y que maquilló el resultado final en el tiempo de descuento, con un gol que pilló desprevenida a la defensa del Osasuna, que dio por hecho que tenía que irse al vestuario a celebrar.

En primera división, la Real Sociedad fue incisiva y desenfrenada, solo le faltó la capacidad de conexión en los metros finales a pesar de la insistencia de Kubo y Barrene. Para Osasuna, todo fue mucho más fácil, pero no menos trabajoso. Supieron lidiar con el mejor Real Madrid del partido, se agarraron a los jugadores más activos (Juan Cruz hizo un recital digno de un hombre en su mejor momento) y empezaron a levantar la cabeza, sobre la media hora, gracias a un brillante Aimar Oroz. El crecimiento del centrocampista arazuriano ha sido espectacular en los últimos partidos y de su pausa, de su compostura con el balón, nació un interesante juego de apoyo, con el que Osasuna aumentó de tamaño. Kike Barja, Torró, Moncayola, Areso mostraban mucha más continuidad, el camino había sido elegido y encontrado.

Budimir dio el primer curso experto en apariciones en la primera mitad. Remató de cabeza un centro desde la banda que Remiro salvó y fue frío y seguro al rematar para marcar el primer gol del Osasuna. Un sutil centro de Aimar fue controlado primero y luego enviado al fondo de la red con un disparo con la zurda del delantero croata. Budi estuvo a punto de marcar la diferencia cuando el Real se acercó y pareció más peligroso. Osasuna terminó muy bien la primera parte, con más ritmo que el Real -la acumulación de partidos también pesa en los jugadores más utilizados, como en el caso de los rojillos- y más cerca del segundo gol, como en otra aparición, a su estilo, de Areso, que no logró rematar a puerta tras un toque elegante de Rubén García.

La Real siguió demostrando su capacidad de golpear tras el descanso. Cinco minutos después de la reanudación, Kubo probó suerte con un disparo cruzado que Sergio Herrera atajó bien. Antes de que Oskarsson fallara una clara ocasión contra el equipo rojo, a mitad de la segunda parte, Budimir y Aimar Oroz se enredaron en un contraataque contra la Real, pero la caída del agresor croata, tras una revisión del VAR, acabó en tarjeta amarilla para el delantero.

El Osasuna, mucho más intenso en sus entradas, consiguió crear un gran hueco en la defensa del Real en la jugada previa al segundo gol. Rubén se deshizo de Aguerd en la banda y realizó un delicado centro para que Budimir rematara de cabeza. Budimir, tras regatear a un defensa, marcó el segundo gol de la tarde. El equipo con Budimir, con el debido respeto a Aimar, estaba ganando.