El Madrid termina el partido sufriendo ante el Alavés, en el Bernabéu (3-2) | VIDEO-RESUMEN + GOLES
Lo que sucedió en el Santiago Bernabéu fue extraño: desde la relajación absoluta, pasando por los cambios para dar descanso y Ancelotti escuchando a la grada y quitando a Vallejo, hasta el inesperado y abrumador miedo a que se escaparan los tres puntos. Como película no tuvo precio, aunque a los madridistas no les hizo ninguna gracia.
Ya estaban pensando en el partido del domingo contra el Atlético, se les veía felices porque parecía que todas y cada una de las piezas encajaban y, de repente, vieron a su equipo encerrado atrás, después de dos goles en dos minutos, con cinco defensas para garantizar el único gol de ventaja que, de repente, sólo les quedaba y protestando por los seis minutos que el árbitro les dio de prolongación.
No pasó nada grave, sólo fue un susto que estropeó el hasta ahora buen y relajado partido del Real La Capital de España. Sólo fue un susto pero tendrá 2 consecuencias: una es que el Madrid no se distraerá durante un tiempo, y eso es bueno. La otra es que Vallejo, en quien Ancelotti ya no confiaba, jugará mucho menos a partir de ahora. No fue culpa suya, o no lo fue especialmente, pero entró con 3-0 en el marcador y acabó el partido con 3-2. E hizo un buen trabajo cortando algunos de los siguientes ataques del Alavés, en un momento en el que todo el mundo estaba ya al límite y nadie sabía muy bien cómo se había llegado a ese punto.
Y todo empezó con el gol de Vinicius, cuando el Alavés apenas se había enterado de que el partido había empezado. No fue titular contra el Espanyol y en cuanto entró, resolvió el partido. No fue titular contra el Alavés y en cuanto saltó al campo resolvió el partido con su pase atrás a Lucas Vázquez. El brasileño es puro nervio y eso es lo que teme el equipo. Marca goles, pero también recibe tarjetas amarillas, algo difícil de entender para los aficionados madridistas. Recibió una patada, pero la tarjeta fue para él por protestar.
Se suponía o se afirmaba que, como Vinicius había rotado en el partido anterior , para no distinguir a una estrella sobre otra, Carlo Ancelotti iba a dar descanso a Mbappé para que jugara Endrick. No sucedió y está por ver si sucederá. Endrick entró ya en la segunda parte (por Rodrygo) y en uno de los primeros balones que tocó, envió el balón por encima del travesaño. El chico tiene hambre y bien que hace.
Pero Mbappé no va a desbancarle porque el francés ya le ha cogido el truco y también le costará acabar un partido sin marcar un gol. Desde el gol de Vinicius, el choque adoptó una tónica que se mantuvo durante todos y cada uno de los minutos: el balón para el Real La capital de españa , que lo movía sin ninguna prisa ante un rival que tampoco mostraba un elevado entusiasmo por robarlo. Si el Alavés no mordía, los locales no iban a desperdiciar sus fuerzas. Era un monólogo del que charla porque el silencio del otro, del Alavés, en este caso era hasta incómodo. Quién iba a pensar lo que iba a pasar.
Mbappé cambió de ritmo y con Bellingham de colega, porque no hay mejor colega en este equipo para levantar muros y levantar una casa en el borde del área, fabricaron el segundo gol. Taconazo de Kylian a Bellingham, pared en profundidad de Bellingham y luego Mbappé saliendo hacia el lado más difícil, el que rompía la defensa y rematando con sencillez.