Alexia Putellas sentencia una goleada más, del Barça al Real Madrid (0-4)

El Real Madrid volvió a ser el juguete del FC Barcelona y los azulgrana barrieron de nuevo al equipo blanco en un Clásico tradicional, que sólo tiene al rival luciendo el escudo del club madrileño en el pecho, aunque el marcador final de 0-4 no reflejó la clara superioridad culé, que pudo haberse ido a casa con tres o cuatro goles con mucha más serenidad. Ni una gran mayoría local en las gradas, ni el aliento del rival en el cogote a lo largo de los noventa minutos, ni siquiera sensación alguna de peligro, por no hablar de que el partido se jugó en el Alfredo di Stéfano, en Madrid ni siquiera estaba considerado el estreno del Bernabéu para el fútbol femenino, habitual, que querrá mantener incólume su gran templo.

En la previa del partido, las jugadoras y el técnico blaugrana habían comentado que el Madrid «se ha reforzado bastante» y que «será un partido muy difícil». Afortunadamente, así fue. En el minuto 4 el Barça ya estaba por delante. Mapi sirvió desde la esquina, Alexia peinó y Patri entró por el segundo palo para poner el primero en el marcador. «¿Tan rápido?», era lo que decían las ilusiones que habían llegado a Valdebebas soñando con volver invictas a casa.

Los blancos intentaron dar dos pases seguidos pero no hubo manera. Y cuando el Barça juega cómodo, pasa lo que pasa. Pajor pudo marcar dos goles claros tras dos buenas acciones de Aitana pero la polaca salió fría.

La que sí estaba caliente era Patri, una especialista en Tradicionales que, no contenta con el primero, soltó su popular ‘Guijarrazo’ desde la frontal para aumentar la renta.

Y lo mejor estaba por llegar. Porque si Pina no puntúa, no es un Tradicional. La nueva ‘9’ blaugrana no tiene rival en cuanto a motivación ante el Real Madrid, ahora estaba siendo una de las más activas, y cuando vio a Graham cabalgando por la banda supo que tenía que esperarla en el punto de penalti, que el balón le iba a llegar para fusilar a Misa.

Si el Barça no se fue con cinco o seis al descanso fue porque la guardameta Misa estuvo muy inspirada, despejando múltiples disparos potentes de Mapi y Graham.

La segunda parte fue dominada por el Barça, pero el marcador no se movió en toda la primera media hora. Y no fue porque el Barça no lo intentara, sino porque Misa seguía inspirado y los culés daban la impresión de no querer hacer leña del árbol caído. Llegaron una y otra vez, pero sólo materializaron sus acciones en goles.

Los blaugrana pidieron el VAR la víspera en Liga F y, de haberlo habido, quizá el cuarto hubiera sido gol después de que el disparo de Patri rebotara en Alexia y Misa despejara sobre la línea, aunque algunas imágenes de televisión dejan muchas dudas sobre si el balón entró o no. El árbitro ni siquiera dudó. Sigue, sigue.

Como no podía ser de otra manera, Alexia Putellas puso la guinda al pastel para transformar la noche de Valdebebas en histórica. La capitana marcó el cuarto tras un buen pase de Kika y superó así a Luis Suárez para convertirse en la tercera máxima goleadora de la historia del Barça con 199 tantos, por detrás de César (232) y Messi (672).

La noche no pudo acabar mejor. Una victoria redonda para los azulgrana, hundidos en la capital de España, a ocho puntos, aunque con un partido menos, pero sobre todo con un nuevo golpe sobre la mesa para espantar a todos aquellos que intentan vender una igualdad inexistente. En el Madrid tendrán que seguir soñando mientras en el Barça siguen apostando, haciendo un trabajo y ganando.