Kubo «se sale» en la segunda parte y lleva a la Real a la victoria (2-0) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

La Real remonta en Europa y derrota por 2-0 a un tetracampeón continental (muy venido a menos) que iba segundo hasta perder en Anoeta y que llevaba 16 partidos sin conocer la derrota en todos y cada uno de los partidos. Al Ajax no se le gana todos los días, aunque no es lo mismo ahora que en el siglo pasado. Los holandeses encajaron en Donostia el doble de goles que en los cuatro partidos europeos anteriores y por primera vez en este torneo no han marcado ningún gol. Igual o parecido éxito que contra el Barça.

El equipo de Imanol empezó fuerte, pero rápidamente se abrieron algunas dudas, que el técnico tuvo que disipar en el descanso, porque la versión de la segunda parte fue muy dominante. El gol de Barrenetxea nada más entrar al campo y el de Kubo para cerrar el partido hicieron justicia sobre el terreno de juego, permitiendo a los txuri urdin respirar en la clasificación y ganar por segunda vez consecutiva en casa, y ante buenos equipos. Fue duro, pero el equipo y la afición volvieron a conectar, como quería Imanol.

El entrenador de la Real hizo una rotación moderada en relación a la dolorosa derrota en San Mamés. Cuatro cambios, tres en las bandas y un interior. Aritz y Aihen reforzaron los laterales en lugar de Aramburu y Javi López, Brais entró por Sergio y Becker por Barrenetxea.

El Real empezó fuerte el partido, presionando al Ajax y provocando algunas pérdidas y, sobre todo, indecisiones en la distribución del balón por parte de los visitantes. Se acercaban a la versión prometida de Aihen «como animales». Sin embargo, con el paso de los minutos, el ritmo bajó, el Ajax dio un paso adelante (aunque nunca estuvo cómodo) y los realistas se inquietaron, con errores esenciales que se convirtieron en sustos e imprecisiones generalizadas.

La primera acción de riesgo fue para los ajacied. Akpom se precipitó en un contragolpe y acabó disparando desviado con la zurda. Era el minuto 4 y el primer aviso. Los txuri urdin completaron pocas buenas acciones por dentro pero en una de ellas se quedó solo Oyarzabal, que cedió a Aritz de mala manera y el extremo sólo pudo volver a centrar raso para la llegada de Becker, que no pudo superar la barrera de defensas con su disparo. La primera ocasión clara fue para los visitantes, con un incomprensible desperdicio de espacio de un espeso Sucic. Fitz-Jim entró solo, fue bien tapado por los defensas, pero el rechace le cayó a Brobbey, que disparó pegado al poste casi sin ángulo.

Las dos siguientes ocasiones llegaron a balón parado. Oyarzabal atacó desde atrás un saque de esquina lanzado por Brais, pero disparó desviado. Y Baas cabeceó a las manos de Remiro un libre directo del lado visitante. La Real no estuvo bien en el tramo final, pero pudo haberse adelantado, porque tuvo una muy clara. En la segunda acción efectiva por dentro, Kubo recibió casi en la izquierda, filtró girando para Becker, que centró raso con la zurda. Oyarzabal se giró con el control, quedándose solo en el área pequeña, pero disparó mordido, mal, fuera, con todo a favor. Infalible, pero faltó el capitán.

Ni Ajax ni Real tuvieron suerte física en la primera parte. Brobbey, que ya había sufrido un golpe la semana anterior, se llevó la peor parte en un buen despeje de puños de Remiro. Debió ser sustituido por Rasmussen, que en la primera robó el balón a un dormido Aguerd y disparó sólo delante de Remiro, sin éxito. El otro en caer fue el txuri urdin. Aritz se marchó en camilla al filo del descanso tras caer sobre el pie de Brais y torcerse de nuevo el tobillo izquierdo. Ese que tanta guerra le da. Aramburu entró en juego.

La segunda parte fue casi un monólogo de una Real adelantada, que embotelló al Ajax, que sólo salió de la gruta en alguna contra aislada. La actitud fue diferente, el fútbol fue diferente y el resultado de las acciones también. El Real presionó con fuerza, liderado por un Kubo mucho más activo y participativo. El japonés robó el balón al central, se fue hacia la portería, recortó a un defensa y lanzó un fuerte disparo raso. Consiguió lo que quería con Hato en la banda, ayudado por un animado Aramburu en ataque. El Ajax replicó con un disparo al poste de Fitz-Jim, después de que Brais fallara cuando debía. Pero el partido era txuri urdin. Aramburu marcó en fuera de juego un libre lateral lanzado por el gallego unos minutos antes del gol.

Imanol dio entrada a Barrenetxea y ni él mismo pensaba que iba a marcar tan bien. Tras una gran jugada por la derecha entre Kubo y Aramburu, el japonés se metió en el área e intentó llegar al segundo palo, donde Barrenetxea, que acababa de entrar, atacó como una bestia para batir a Pasveer y hacer enloquecer a Anoeta. Fue un golazo y un abrazo grupal preciso.

La Real intentó parar el partido con el 1-0. Y al final consiguieron doblar la ventaja, algo que tanto les cuesta hacer. Kubo recibió un despeje del defensa central y se lanzó al ataque, como Messi. Se internó, se zafó de todos y, entre cuatro defensas, puso el balón lejos del alcance del portero con finura y calidad. Un gran gol y una gran ovación, porque fue cambiado inmediatamente después. Qué manera de darle la vuelta a un partido en el que él y el equipo habían estado tan apagados en la primera parte.