Osasuna saca un buen empate ante un «mermado» Valencia (0-0) | VIDEO-RESUMEN
El Valencia se durmió en su lucha por la salvación y eso en Mestalla ante cuarenta mil aficionados es un crimen. El equipo desaprovechó la inercia de la victoria ante el Girona y dejó escapar 2 puntos de oro ante Osasuna. La reacción fue tibia. Los de Rubén Baraja decepcionaron en casa sin dar muestras de intensidad ni fútbol. Les faltó calidad y precisión para desesperación de la afición. Sólo los chispazos de André Almeida produjeron riesgo. Oportunidad perdida: 5 de 21 puntos. La temporada va a ser muy larga.
No era día para rotaciones. Baraja optó por la continuidad y alineó exactamente el mismo once inicial que venció al Girona el sábado con el único cambio de André Almeida por Javi Guerra como delantero por detrás del punta. El Valencia empezó mejor con la primera ocasión de gol de Pepelu. El capitán remató de volea dentro del área sin encontrar portería. Tampoco el equipo encontró continuidad en su juego. El equipo del Pipo se fue diluyendo con el paso de los minutos sin velocidad ni precisión en la circulación del balón y con demasiadas imprecisiones. El equipo fue incapaz de encadenar tres pases seguidos. Sólo los destellos exteriores de Luis Rioja y, sobre todo, el juego interior de André Almeida rompían el fútbol previsible y demasiado retrasado del Valencia. De sus pies salieron las únicas acciones de peligro de la primera parte.
Dani Gómez pidió penalti de Sergio Herrera tras un pase de André, que excusó tras una aceptable maniobra del riojano arrancando desde la izquierda. Ahí se acabó el bagaje ofensivo del Valencia en los primeros cuarenta y cinco minutos. Osasuna produjo aún menos. Su único peligro se limitó a una jugada a balón parado desperdiciada por Rubén Peña. Los rojillos no inquietaron la portería de Mamardashvili. Ni siquiera se quejaron del pisotón involuntario del georgiano a Raúl García de Haro tras despejar el balón. Ambos equipos priorizaron el orden y la contención sobre la producción ofensiva. Jugaron a no cometer errores. Conclusión: empate sin goles.
El Valencia necesitaba meter una marcha más al partido para ganarlo. Sin ritmo y precisión, era inviable. Ibáñez avisó desde fuera del área con un disparo desviado, pero fue el Valencia el que subió una marcha más y volvió a buscar con más ahínco la portería de Osasuna con la ayuda de Almeida. El portugués, el jugador más destacado del partido, se dejó caer a la banda para ayudar a Dani Gómez. Herrera volvió a cruzarse en el camino del delantero.
Baraja necesitaba cambiar el rumbo del partido y decidió mover el banquillo con Javi Guerra y Fran Pérez saltando al campo casi medio año después. El problema fue que Vicente Moreno también utilizó artillería pesada con Budimir y Rubén García. Los cambios le sentaron mejor a Osasuna. Los rojillos volvieron y los valencianistas se perdieron en una espiral de fallos y precipitaciones. El delantero croata aprovechó las preocupaciones del Valencia y tuvo en su cabeza el gol de la victoria. Sólo Foulquier intentó marcar en el tiempo añadido.